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martes, 23 de mayo de 2017

DÉCIMAS DE LA BIBLIA CON CITAS 

                                             Capitulo VIII

                                                                 Por: Secundino Sugasti V.



Eh aquí a mi humilde entender,
lo que la Biblia nos dice.
Dios con ella nos bendice
si la sabemos leer.
Tan sólo quiero exponer
lo que logre meditando
para que vaya incitando
a muchos a escudriñar.
con mi yerro o mi acertar
mi objetivo iré logrando


Cuando halla resucitado,
pueden decir, quien es El.   Mc. 9, 2 - 10
Porque Él es el Enmanuel,    Mt. 17, 1
o sea, el Mesías anunciado.   Lc. 9, 28
En la nube, Dios, ha hablado
Para decirles que Él es,
el mismo, que habló a Moisés
y lo tienen que escuchar.
Al hombre vino a salvar

porque Él es, el justo jués


El padre no reveló
a sabios y entendidos
los mensajes escogidos,
que con Jesús, nos mandó.
Jesús, las gracias le dio        Mt. 11, 25 - 27
por entregar la semilla,
a gente que poco brilla
pero sabe obedecer.
¡Su misión va a florecer,
con la gente más sencilla!

“De las leyes del destino
la más segura es la muerte.
Aquí, no se juega a suerte.
Se llevó a quien le convino”.
Pobre o rico, por él vino.
No ha venido por la plata.
A quien eligió, arrebata,
si se porta bien o mal.
Para ella el hombre es igual,
al ganado que se mata.           Sal. 49

¡Ellos, están viendo a aquel,
a quien antes nadie ha visto.
Hoy les está hablando Cristo;
hoy escuchan a Enmanuel!        Mt. 13, 16 - 17
Dios con nosotros, es El,            Mt. 1, 23
dijo el ángel, a José.
Que por ser hombre de fe,
cuando la virgen dio a luz,
puso ese nombre a Jesús.
¡Y su grupo a Dios hoy ve!

¿Qué Dios, no es castigador?
Eso nadie lo discute.
¡Pero aunque no lo disfrute,
nos castiga por amor!              Jr. 31, 1 - 13
¡Aun que sufre gran dolor,
nos tiene que castigar!              Ez. 11, 20
Es sólo para cambiar,
una conducta torcida.                Os. 11, 4
 ¡Nos corrige en esta vida
porque nos quiere salvar!

Dijo: que no morirían,
algunos allí presentes…
No pasaba por sus mentes,
que siendo rey, lo verían.     Mt. 16, 24 - 28
Las palabras predecían
un misterio en la ocasión.
De la palabra a la acción,
tres de ellos presente están.
Son Pedro, Santiago y Juan,
en su transfiguración.               Mt. 17, 1

Daniel, en una visión
siglos antes, ya veía,
a este Jesús que venía
y su transfiguración.            Dn. 7, 9 - 14
Su eternidad, su misión.
Todo estaba contemplado.    Lc. 9, 28
Por profetas anunciado          Mc. 9, 2
para que en El, se creyera,     Mt. 17, 1
cuando a este mundo viniera,
¡El Mesías tan esperado!

Aquí el salmista reclama
a Dios, porque no lo escucha.
Y le recuerda su lucha,
por este pueblo al que ama.
Con voz potente lo llama
porque cree que no lo ha oído.
Pero es él, quien no ha entendido,
hasta que vio el resultado
de lo que hizo en el pasado
y por lo de hoy, ha venido.       Sal. 77

que fuego vino a traer
y también la división
Para una perfecta unión,
ese fuego, debe arder.           Lc. 12, 39 - 43
El fuego puede vencer,
del diablo, las tentaciones.     Mt. 10, 34.
Nuestras tibias pretensiones,
al demonio, le convienen.
A él, tan sólo lo detienen,
radicales decisiones.

Muchos serán los llamados…
En verdad, a todos llama.
Porque si Él, llama al que ama,
¡Somos todos, de Él, amados!    Mt. 22, 1 - 14
Si serían uniformados
y el vestido se les dio,
aquel que lo despreció,
despreciaba a su anfitrión.
Si esperaba distinción,
trato especial, recibió.

Del hombre, la rebeldía.
de nuestro Dios, la paciencia.
Nos da una clara evidencia,
este salmo, en este día.            Sal. 106
Pienso: ¡Yo, no le daría
al creador, tal decepción!
De una historia, narración,
solamente estoy leyendo.
Si la estuviera viviendo…
¿Sería igual mi convicción?

Levitas y fariseos,
para enseñar y mandar.
Mas no se debe imitar
sus costumbres y deseos.     Mt. 23, 1 - 12
Sólo exhiben sus trofeos      Lc. 20, 45
y exigen distinciones.           Mc. 12, 38
Deberes y privaciones,
para el otro, multiplican.
Enseñan y no practican,
lo que mandan sus lecciones.

Lo que hicieron con la mano,
con el pie, lo están dañando.
Son muy buenos predicando,
pero su vivir, no es sano.          Mt. 23, 13 - 22
Convirtieron a un pagano;
¡Al cielo, quiere llegar!            Lc. 11, 39
Pero han logrado cerrar
la puerta con mal ejemplo.
No logran entrar al templo,
ni al otro, dejan entrar.

El pecado habla al impío
al fondo del corazón.
Se adjudica la razón,
diciendo: el derecho es mío.       Sal. 36
Usando el libre albedrío,
desprecia el bien por el mal.
Es su vida, un festival
y va a divertirse tanto,
que igual será el desencanto,
el día del juicio final.

Este cuerpo corruptible,
para el alma, es una carga.
Que hace la jornada amarga,
y resulta ineludible.                Sb. 9, 13 - 18
Nos parece inconcebible
que para atrapar la luz,
debemos llevar la cruz
que intentamos ignorar.
¡La tenemos que cargar!     Lc. 14, 25 - 33
Nos lo reitera Jesús.

¿Con el diablo quiere estar?
Dejen que él, lo vapulé.
Que a tocar fondo, le dé.
Y quizás lo haga cambiar.    1Co. 5, 1 - 8
O a todos, los va a arrastrar
 su misma perdición.
Su levadura en acción,
a todos los contamina.
El demonio lo elimina,
o vuelve por protección.

Si disfrutando esta vida
me duermo entre los laureles,
Se revierten los papeles,
En la otra prometida.             Lc. 6, 20 - 26
Si el cristiano se descuida
por la actual felicidad:
no practica la verdad
ni vive los mandamientos,
¡Tendrá tan sólo lamentos,
en su triste eternidad!

Ruega en su vida mortal,
que lo salve de la muerte…
Si esta, no se juega a suerte.
Sea por bien o sea por mal.
Fue de la muerte final;          Heb. 5, 7 - 9
donde vale la cosecha.
Y el demonio, aprovecha
para apartarnos de Dios.
¡Y Él, escuchó su voz!
¡Hoy lo tiene a su derecha!

Con parábolas llamaba,
para la fe despertar.
Unos, vendrían a escuchar.
Otros, oían lo que hablaba…   Lc. 8, 4 - 15
Pero siempre algo quedaba.
Estaba evangelizando.              Mc. 4, 1
Ya vendrían catequizando
sus apóstoles, después.
Nos queda claro esta vez,
que los está preparando.           Mt. 13, 1

Se inclina Dios, desde el cielo;
mira a los hijos de Adán.
Desorientados están.
Y se despierta su celo.         Sal. 14
¡Ya les llega su consuelo!   
Los malvados no sabían
que a su pueblo se comían.
Lo creían desprotegido…
¡A salvarlos ha venido!
A su tierra volverían.

No quería que revelaran
que Él era el Cristo de Dios.
Quería que al oír su voz,
la voz del hombre, escucharan.   Lc. 9, 18 - 22
Él quería que lo aceptaran,
no por su divinidad.
Con su plena humanidad,
nos daba ejemplo de vida.
¡De obediencia sin medida,
en pos de la eternidad!

¡Ha pasado a ser María
nuestra madre espiritual
con esta entrega especial,
que Jesús, a Juan le hacía!     Jn. 19, 25 - 27
Único haber que tenía
el Dios Hijo en esta vida
Y fue por Juan recibida
en nombre de la creación. .
¡Vino a ser cual bendición,
la otra Eva prometida!

“¿Por qué Dios, no eliminó   (pregunta un niño
al demonio en su creación;   en catequesis de
si con él, la tentación             de primera comu-
a este mundo, le dejó?”          nión)
Creo que Dios, aprovechó
a este ser todo maldad,
para probar la bondad,
que su obra cumbre, tenía.
Creo que el diablo, le servía,
de control de calidad.               Job. todo

En su nombre, van a hablar.
¡Han recibido la Luz!
Y quien rechaza a Jesús,
al Creador, va a rechazar.    Lc. 10, 13 - 16
Aquí, comienza a aclarar
que quien escucha su voz,
está escuchando a los dos.   Jn. 13, 20
Son parte de la unidad.
La tercera, es la verdad
y la trinidad, es Dios.

Dice aquí: Jesús, se llena
del espíritu de Dios.
Ya no es uno, ni son dos.
Es completa la cadena.       Lc. 10, 17 - 24
Con eslabones se ordena,
¡Ese ser omnipresente!
Alma, corazón y mente,
a El debemos dedicar.         Mc. 12, 30
¡Sólo Él nos puede salvar,
porque Él es omnipotente!

El Señor es el creador
aquel, que todo lo hizo.
Cuando recibió el bautizo,
pasó a ser el Salvador.
Del Señor, a mi Señor,         Sal. 110
por habernos redimido.
Hoy su pueblo agradecido,
lo declara soberano.
Es mi padre y es mi hermano.
¡Él, es quien por mí, ha sufrido!

La ley, a Cristo nos lleva.      Ro. 10, 4
Y Cristo, justos nos hace.
Pero no le satisface,
si sólo cumples la prueba.    Ga. 3, 1 - 5
Con su pasión Él la eleva
al grado de una vivencia.
Con toda su omnipotencia,
le dio su justo valor.               Mt. 5, 17
¡Murió en la cruz por amor!
Y le dio eterna vigencia.

De aquel que se arrepintió,
Cristo es su libertador.
Y será su estado peor,
si a sus pecados volvió.      Lc. 11, 15 - 26
La morada que limpió
tiene nueva ocupación,
si de Cristo, la pasión
este ser, ha depreciado.
¡Hermanos: con el pecado,
se pierde la salvación!

Si de Dios, la voluntad,
para mí, resulta ley,
seré, dócil como el buey,
pero no hay intimidad.             Lc. 11, 37 - 41
Mi amor a Dios, no es verdad,
si todo hago por cumplir.         Ga. 3
Jesús lo vino a decir
¡Con una entrega total!
¡Aunque no hizo nada mal,
por amor , vino a morir!

Es perfecta introducción
a este libro de alabanzas.
Cuando en el camino avanzas,
puede ser tu dirección.    Sal. 1
El rechazo o bendición,
si somos caliente o frío.
Cuando Dios, hizo el envío,
este salmo puede ser,
el que nos dará a entender,
lo que hace el libre albedrío.

Al contemplar el presente,
juzga Jesús, el final.
Viendo que todo está mal,
prevé un fracaso en su mente.   Lc. 18, 1 - 8
Así, dice tristemente
con desconsuelo que aterra:
si toda puerta se sierra
al Dios Hombre en esta vida.
En su segunda venida,              Mt. 24, 12
¿Habra fe sobre la tierra?

Aunque un día me arrepentí
y a Jesús acepté,
es necesario que esté,
viviendo lo que aprendí.   Lc. 12,  39 - 48
¿Qué lo dio todo por mí,
porque me quería salvar?
Pero no debo pecar,           Sal. 50,  16 - 23
echando más leña al fuego.
La salvación no es un juego.
Debemos perseverar.

Un ejemplo de obediencia,
con la cruz, Jesús nos dio.     Lc. 19, 17
¡Clavado en la cruz, murió!
¡La más grande penitencia!   Lc. 24, 23
Tratado con tal violencia
cual si fuera un malhechor.
De los clavos, el dolor,
que tuvo que soportar,
no lo hicieron claudicar.
¡Murió expresando su amor!    Lc. 23, 34

El infierno, no es aquí.
Creo que aquí, es el purgatorio.
Aquí es el laboratorio
donde se elabora el sí.
Quita le escoria de allí,
donde impide la subida
al alma que fue elegida      Mt. 24, 23
para ir a vida eterna.
Si aquí el diablo la gobierna,
será allá, su sometida.

Si por el difunto pido,
Dios, me lo puede premiar.
¡Él, ve que quiero ayudar
al hermano que se ha ido!
Desde aquí está decidido
su lugar en la otra vida.
¡Que tristeza! ¡Fue perdida
la gran oportunidad,            Mt. 18, 15
de hacer por su eternidad,
En la gloria prometida!

A ser Dios, no está jugando
entre nosotros, Jesús.            Mt. 1, 23
Él es Dios. Él es la luz.
Está, su rebaño guiando.
Siendo Dios, nos está dando,
ejemplo de convivencia.
Suplica a la omnipotencia,
para enseñarnos a orar.          Lc. 6, 12
¡La humildad vino a enseñar
y la total obediencia!

Comer la fruta prohibida
parece insignificante.        Gen. 3, 6
Una muerte denigrante,
u obediencia sin medida.     Jn. 19, 28
Con Jesús, ya fue cumplida,
la ley suprema del plan.
Adán y Jesús están,
cada uno en un extremo.
¡Jesús, sumiso supremo!
En el otro extremo, Adán.

Es Jesús, el niño aquel        Lc. 1, 31
que trajo al mundo María.   Lc. 2, 7
Ya con su nombre venía.     Is. 7, 14
Debía llamarse Enmanuel.   Mt. 1, 23
Dios con nosotros, es El.     Mt. 1, 22
Y es el verbo encarnado,      Jn. 1, 14
¡Para lavar  del pecado,         Heb. 10, 5
con su sangre, a todo el mundo!   Jn. 12, 32
¡El grano muerto y fecundo,    Jn. 12, 24
en Cristo resucitado!               Jn. 24, 6

Parece un contrasentido,
el no rechazar la cruz.
Pero con ella Jesús,
a este mundo ha redimido.
A todos, nos ha pedido:          Mt. 10, 37
que con nuestra cruz, carguemos.   Lc. 14, 25
Pide: que así, lo ayudemos
en su difícil tarea.
¡Lo que Él, con fervor desea,
es que todos nos salvemos!

¿Es por una ley guardar
prohibida  la compasión?
Con la mejor intención,
Jesús, suele preguntar.        Lc. 13, 10
¿Será prohibido sanar
a un sufriente ser humano?
¿Dejo sufrir al hermano
porque debo descansar?
¡O misericordia usar!
¿Qué les parece más sano?

Jesús vino fue a enseñarnos
lo que tenemos que hacer.
¡Su extremado padecer,                Mt. 16, 21
Fue ejemplo que vino a darnos!    Lc. 9, 22
Fue su muerte, comprobarnos
que Él, también era carnal.
Que no es producto del mal,
esta muerte ineludible.                 Mc. 8,31
Sin ella sería imposible,
nuestra vida espiritual.

Hoy mismo, estarás conmigo.
¿A dónde? En el paraíso.         Lc. 23, 42 - 43
Con esto, decirnos quiso,
que al morir, viviendo sigo.
Si fui malo, a mi castigo.
¡Si bueno, a felicidad!
Pasaré a la eternidad,
al momento de morir.
A disfrutar o a sufrir.
Se cumple mi voluntad.

A nuestro Dios, adhesión,
este salmo nos propone.
Yo propongo y Dios dispone,
aquí está la explicación.          Sal. 127
Dios, le da la bendición,
al producto del sudor.
Nada vale el constructor;
no es seguro el centinela.
Si el futuro nos desvela,
que sea Dios, nuestro Señor.

¡Jerusalén, Jerusalén,
dice Jesús, conmovido!
¡Cuántas veces, he querido,
devolverlos al Edén!            Lc. 13, 34 - 35
Pero matarán también,
al enviado Salvador.            Mt. 23, 37
Un día, dirán con fervor,
y eso nadie lo detiene:
¡Que sea bendito el que viene,
en el nombre del Señor!

Nuestro Dios, es todo en todo.
Con este salmo decimos:
Nada importa de qué modo,
de El todo lo recibimos.       Sal. 18
Nos da cuanto le pedimos,
si en verdad necesitamos.
A Dios, nunca lo engañamos
Porque  nos conoce bien.
El, bien sabe quién es quién.
De Él vinimos y a Él vamos.

Que no me debo ensalzar.
Para que nadie me humille.
Es mejor que me arrodille
y me hagan levantar.          Lc. 14,1. 7 - 11
Mi valor, me lo han de dar.   Pro. 25, 6 - 7
Poco vale, el que me doy.
Si a ocupar un puesto voy ,
Que nadie lo reconoce…
Resulta mejor que goce,
cuando digan lo que soy.   Mt. 23, 12

Dios nos crea, salva y dirige.
Es principio de saber,
entregarle nuestro ser,
a este Dios, que nos elige.    Sal. 111
El nos pide. Nunca exige,
para Él, sólo obediencia.
¡Usando la inteligencia,
lo tenemos satisfecho!
Respeta nuestro derecho,
aunque es de Él, nuestra existencia.

Este salmo es el final
de este libro,  de alabanza.
¡Lograda toda esperanza,
es la fiesta universal!           Sal. 150
Si el bien, ha vencido al mal
cada uno y a su modo,
sin problema ni acomodo,
¡Se dedique a celebrar!
Y le brinde su cantar,
¡A este Dios, que es todo en todo!

Juan también, como Ezequiel,   Ez. 3,3
libro dulce se comió.
A profetizar lo envió,
a pueblo rebelde e infiel.   Ap. 10, 8 - 11
Dulce era como la miel,
este libro al paladar.
Pero después de tragar,
era grande su amargura.
Pueblos de cabeza dura,     Jr. 1, 10
le mandaba a conquistar.

Grandes y maravillosas
son tus obras. ¡Oh Señor!
¿Quién no da gloria y honor,
a obras todopoderosas?         Ap. 15, 1 - 4
Si sobre todas las cosas,
justicia sueles hacer
postrados vas a tener,
a tus pies a tus vasallos.
Lo perfecto de tus fallos,
ya se dan a conocer.

Cielo y tierra pasarán
mas no las palabras mías.
Esto lo dice el Mesías,
Hombre - Dios. Segundo Adán.
Un día, suceder verán
lo que les vine a decir.
Sabrán que ya he de venir
con ustedes, a reinar.
Estas señales serán,
anuncios del porvenir.   Lc. 21, 29 – 33

Aquí, se pide venganza
pero Dios solo corrige.
A su rebaño dirige,
con castigos y alabanzas.       Sal. 94
Comprender jamás alcanzas,
¡Al padre por excelencia!
Nos parece su paciencia,
simplemente exagerada.     Sal. 83
A El, no se le escapa nada.
¡Practica la no violencia!

¡Construir  sobre la roca,
es confiar en el Señor!        Sal. 117
Será tu mejor fiador.
El que nunca se equivoca.    Mt. 7, 21 - 27
Nada importa quien provoca.
Te protege una muralla.        Is. 26, 1 - 6
Defensor que no se calla…
Siempre tiene el argumento.
No hay lugar al desaliento;
siempre ganas la batalla.

¿Acaso necesitaba
que creyeran que Él podía?
Lograba cuanto quería.
En Él, el poder estaba.   Mt. 9, 27 - 31
A su público, enseñaba
la importancia de la fe.
Lo que estoy pidiendo, sé,
que al hombre, le es imposible.
¡Para Dios, todo es posible!
A Él, le pido que se dé.

Atarse al yugo con Él,   Pro. 3, 17
para la carga llevar.
A todos, quiere ayudar;   Jr. 31, 25
ser su compañero fiel.
¡Vino a ser el Enmanuel!   Mt. 1, 23
Dios, con nosotros, está.
¡Nuestra carga aliviará!
Pero debemos pedir.
A Él, tenemos que ir        Mt. 11, 28 - 30
y Él nos ayudará

Con total humanidad,
Jesús, nos vino a decir:
que al cielo podemos ir,   Mt. 11, 16 - 19
practicando la verdad.       Jn. 14, 6
¡Ejemplo de santidad,
siendo humano, Juan nos dio.
¡Pero Jesús convivió
con nosotros, siendo Dios!   Mt. 1, 22
Buen ejemplo son los dos.
¡Su misión nos redimió!

Que Juan dijo la verdad,
con sus obras comprobó.   Jn. 5 33 - 36
Porque el padre lo mandó
a traer la libertad.
Juan, habló con claridad   Mt. 11, 7
y no lo dejó mentir.
No les tenían que decir     1Jn. 5, 9
porque allí, lo estaban viendo.
¡Con obras está diciendo,
que vino al mundo, a servir!

¿Será que entienden tan mal
los hermanos separados;
versos por Dios inspirados
a la madre universal?       Lc. 1, 26 - 38
En sus biblias, está igual
la bendición que el Creador
envió con todo su amor,
para la Virgen María.       Mt. 1, 18 - 24
¡Diciéndole que sería,
la madre del Salvador!      Is. 7, 14

Que nos nació un Niño ayer…  Lc. 2, 1
En nosotros, El nació.
Si en cada uno se quedó,
desde hoy, lo debemos ver.
No se puede detener
su crecer en nuestra vida.
Si el nacer fue su partida
y su pasión es la meta,
para quien su amor respeta,
Acompañarlo es la medida.  Mt. 10, 17 – 22

De una vida sin final,
aquí Juan, nos habla hoy.
A la eternidad me voy,
para bien o para mal.   1 Jn. 1, 1 - 4
Jesús, palabra carnal,
o Dios que se deja ver,
tan sólo vino a traer
un mensaje del creador.
¡Prometiendo por amor,
eternidad de placer!

Que no parezca imposible
el imitar a Jesús.               Mt. 3, 13 - 17
Para eso, siendo El, la luz,  Jn. 1, 9
a la luz, se hace accesible.
Siendo El, el ser infalible,
hoy viene a ser bautizado.
Liberación del pecado,
 a Juan, le viene a pedir.    Mc. 1, 3
Con lo que quiere decir:
que el pecado es perdonado.

Detrás viene y es primero.
Porque es el alfa y la omega.
El cordero que se entrega
para expiar al mundo entero!    Is.42,1
Juan lo dijo y fue sincero.
Solo dijo lo que vio.            Is. 11,2
Le había dicho quien lo envió
que su espíritu vería.
Por su bautismo venía.    Mt. 3,16
Y su bautismo, le dio.      Jn. 1,29-34

Melquisedec, sin origen.   Sal. 110, 4
(Sin origen conocido.)
Jesús, de María nacido.      Sal. 2, 7
De arquetipo, ¿A quién eligen?
Con su ejemplo nos corrigen.
¿A quién me atrevo a imitar?
¡Al que tuvo que rogar        Hb. 5, 1 - 10
y de Dios, pedir clemencia!
Y con toda su existencia,
semejanza recobrar.        Gn. 1, 26

A morir por el pecado,
vino Jesús, una vez.
A juzgar vuelve después,
al que ya fue perdonado.   Hb. 9, 15. 24 - 28
Se salva quien no ha ensuciado,
¡Lo que su sangre limpió!
Su promesa recibió,
cuando vino arrepentido.
¡Más por un triste descuido,
su salvación se perdió!       Mc. 13, 24

Ser ciudadano del cielo,
es fin de la raza humana.
Preparación del mañana,
es su vida, en este suelo.   Ge. 3, 9 - 24
Por eso, el creador con celo,
sella el árbol de la vida.
Y viene a ser la salida
del hombre, del paraíso:
sacrificio que Dios, hizo,
para evitar su caída.

El ciego de nacimiento,
no entiende lo que está viendo.
Su mundo, está conociendo,
cuando lo ve en movimiento.
Jesús, ve su pensamiento.
Sabe que está confundido.
¡En tinieblas ha vivido
y hoy le llegó la luz!      Mc. 8, 22 - 26
Así, al llegarnos Jesús,
todo el orbe, se ha movido!

Nos mandó a tomar la cruz.  Mt. 16, 24
Como ejemplo, la tomó.    Lc. 14, 27
Y con esta arma ganó,
la gran batalla. (Jesús).    Mc. 8, 34 - 38
Y nos dijo, que es la luz, 
que no se debe esconder.
Tenemos que promover
entre todos la obediencia.
¡Es la cruz por excelencia,
el arma para vencer!     

A Dios, debemos pedir
la fe que necesitamos.       Jn. 6, 69
A nadie se la compramos.
Del cielo, debe venir.    Mt. 16, 13 - 19
Pedro, supo discernir     Lc. 9, 18
al decir quien era El,      Mc. 8, 27
porque El mismo, (el Enmanuel,)  Mt. 1, 23
allí, se lo reveló.
Y el poder le entregó,
para vencer a Luz Bel

Pide, radicalidad.
Desprecia las medias tintas.
¿Solo de bueno te pintas?
Resplandece la verdad.    Mc. 9, 41 - 50
Para cortar la maldad,
de raíz tiene que ser.
No basta con parecer,
Él conoce el interior.     Si. 5, 1 - 10
O lo cortamos en flor,     Sal. 1
o nos dejamos vencer.

¡No hacer por la salvación,
no es igual, a no hacer nada.
La salvación, es ganada.   Si. 35, 1 - 15
Pero no es negociación.  Mc. 10, 28 - 31
Dios, no da su bendición,
a quien la intenta comprar.   Sal. 49
La tenemos que ganar,
pero con sana vivencia.
Dios, que ve nuestra conciencia,
con ella, suele premiar!

Si divides vencerás.
Estrategia tan gastada.
Que fue en el Edén usada,
por el mismo Satanás.        Gen. 3, 1 - 7
Entonces, dio marcha atrás,
un reino que iba naciendo.
Y seguimos hoy, sufriendo
Por esta estrategia infame!
Por mas que Jesús nos llame,
sigue el Diablo dividiendo.

De nosotros, rebeldía.
De nuestro Dios, la paciencia.
Deja claro en la conciencia,
este salmo en este día.       Sal. 78
Pensamos: yo no sería,
tan necio como Israel
que teniendo a Dios con él,
siempre estaba reclamando.
Pero seguimos dudando,
¡Del amor de un Dios tan fiel!

Los fariseos enseñaban
una ley que no vivían.
Ley que tan sólo cumplían.
Con lo que a Dios, engañaban.   Mt. 5, 17 - 20
Esta fe que profesaban,
se fundaba en cumplimiento.
Y Jesús, en su argumento,
la ley, no vino a abolir.
¡Tan sólo vino a imprimir,
en la ley, un sentimiento!

Si digo que tengo fe
pero no vivo la ley,
soy de la mentira rey.
Fe sin obras, no se ve.    Snt. 2, 14 - 26
¿Con qué obras, valor daré
a la fe que creo tener?
Si no me lleva a querer
a mi prójimo,(a mi hermano.)
Con esa fe, nada gano.
Con fe, me voy a perder.

Decir sí, es obedecer.
Lo contrario, es decir no.
De Dios, Eva renegó.
Sí, le dijo a Lucifer.
Este sí, ha pasado a ser
el pecado original.           Gen. 3
Porque es, preferir el mal,
¡Despreciando lo que es bueno!
Es saborear el veneno,
¡Que nos da un triste final!

Esta es una letanía
de alguien, que quiso explicar,
lo que no pudo abarcar,
en su limitado día.        Sal. 119
En todo lo que decía,
vio que corto se quedaba.
Y cada vez que intentaba
sumar algo a su argumento,
¡No cabía en su pensamiento,
la inmensidad que tocaba!

Pensó ensanchar el granero…
Sería mejor, compartir.
¿Sabe cuánto va a vivir?
¡Sabe que es perecedero!    Lc. 12, 13 - 21
Mejor es, vivir austero
Y el alma preparar
¡Para que valla a gozar,
El premio que Dios, dará!
Lo de aquí, otro gozará
¡Y allá, él, irá a penar!

¡Jesús, no habla de esta muerte
que es un paso a la otra vida.
Habla de tu despedida,
de quien quiere protegerte!
Aunque es su deseo tenerte,
respeta tu decisión.
O aceptas su protección
y pasas a dicha eterna.
O el Demonio te gobierna
¡Y vas a eterna  aflicción!

¿Que Lázaro muerto estaba?
Han pasado cuatro días.
Que mal olor ya tenía,
Marta, a Jesús, le anunciaba.
Pero si Dios lo llamaba,
Él tenía que responder.
En esto podemos ver
De Jesús, la omnipotencia.
¡Que tenía plena conciencia,
De su infinito poder!      Jn. 11, 1 – 45

Un hombre a imagen de Dios,
este salmo, nos presenta.
A su Dios, le rinde cuenta.
Le pide, escuchar su voz.   Sal. 17
Semejanza entre los dos,
vemos cuando se analiza.
Su existencia se realiza,
con la más pura obediencia.
Aunque es recto, (en su conciencia,)
¡El mundo lo martiriza!

Que sólo un hombre muriera
Caifás, no lo decidió.
La profecía repitió.
Sumo sacerdote, él era.    Jn. 11, 45 - 56
Preciso es que se cumpliera
toda la revelación.
Fue de Dios, la decisión.
Y todo se cumplirá.
“Lo que he escrito, escrito está”.   Jn. 19, 22
 Pilato… en esta ocasión.

A Lázaro, eliminar,
los sacerdotes querían.
Porque en Lázaro podían,
el milagro constatar.    Jn. 12, 1 - 11
El pueblo, venía a palpar,
a un muerto resucitado.
Y quedaba comprobado,
¡El gran poder de Jesús!
Creían que sin esa luz,
el hecho, sería olvidado.

Mansedumbre y obediencia
y a su Dios, adhesión.
A su anunciada pasión,
no le puso resistencia.   Mt. 26, 14 - 25
Hombre-Dios, la diferencia,
aquí, podemos palpar.    Is. 50, 4 - 9
Vino a este mundo a enseñar,
a ser a su Dios, sumiso.    Sal. 68
¡Todo, perfecto lo hizo!
Ejemplo nos vino a dar.

Sólo Él, ha renunciado
a todo, hasta de sí mismo.   Lc. 14, 25
Y recibió ese bautismo,      Lc, 12, 29
en la palabra anunciado.      Jn. 1, 1
Él murió por el pecado.
Pecados, no cometió.
Por los nuestros Él, murió   Is. 52, 13 – 53,12
y así vino a decir:
quien al cielo quiera ir,
siga el ejemplo que dió

A bautizar al infante,
este pasaje, nos mueve.
Quien sin bautismo se muere,
no llega al reino al instante.
Lo dijo, en forma tajante.
No dejó una alternativa.
Es ley que viene de arriba.
Está claro, que así sea.    Jn. 3, 1 - 8
¡Y el católico desea,
que en el reino, su hijo viva!

Si algún día en lenguas hablara,
no sería mi decisión.
Fue preciso en la ocasión,
que Dios, para hablar me usara.
Y sin que yo, me enterara
que en lenguas estoy hablando,
los que me estén escuchando
entenderán cuanto digo.
Sería Dios, que está conmigo,
y se está comunicando      Mc. 16, 15 – 20

A dar ejemplo de vida,
mandó Dios, acá a su Hijo.
Él se hizo Crucifijo,
a causa de mi caída.    Jn. 3, 16 - 21
Si esperaba su venida,
su ejemplo debí acoger.
¡Por el mundo, dio su ser!
Porque nos vino a salvar.
Él no vino a condenar.
¡A nadie quería perder!

Sin haberlo conocido
Le piden que se quedara;
Que con ellos pernoctara
Porque ya había anochecido.   
Lo que ellos no han entendido
Con detalles lo ha explicado.
Que es Jesús, han comprobado,
Al verlo partir el pan.
¡A Jerusalén se van
A verlo resucitado!            Lc. 24, 13 - 35 

El misionero es enviado,
por el Espíritu Santo.   Hch. 12, 24 – 13, 5
Él, le dice dónde y cuánto,
ha de cumplir su mandado.
Estará por Él, cuidado.
Es su bagaje, la fe.
En todo cuanto se dé,
Él lo viene a defender.
Aquí lo podemos ver,
en Saulo y en Bernabé.

No importa cuánto sabemos,
sino, como lo vivimos.
Que amamos a Dios, decimos
y con hechos lo ofendemos.   Jn. 13, 16 - 20
Cuando desobedecemos,
caminamos hacia el mal.
Como Adán y Eva; igual,
a Dios, le estamos mintiendo.
Y estamos cometiendo,
el pecado original             Gen. 3, 1 - 13

Un actor por excelencia,
fue nuestro hermano Jesús
¡Las tinieblas… siendo luz,
soportó en esta existencia!   Jn. 14, 1 - 6
Llenándose de paciencia,
cargó con un cuerpo humano. 
Siendo en todo soberano,     Sal. 2
se hizo el más obediente.    Hch. 13, 26 - 33
Enseñando el don de gente,
siendo el padre fue un hermano.

El Padre, Dios invisible,
que aquí, visible se hace.
Y a Felipe complace,       Jn. 14, 7 - 14
diciendo que es Dios tangible.
¿Qué les parece imposible?
Sus obras lo están diciendo.
En Él, a Dios están viendo
y no pueden entender.
Aunque no pueden creer,
¡Con Dios están conviviendo!

¡Camino para llegar.
Verdad para merecerlo.
Y para nunca perder lo,
vida eterna, vino a dar!
Él es Dios, que sin cesar
en la forma más sentida,
nos ayuda en la subida.
¡Con Él nos quiere tener!
Y El mismo vino a ser,
¡Camino, verdad y vida!   Jn. 14, 1 – 12

Han levantado al tullido
y lo pusieron a andar.    Hch. 14, 5 - 18
Ya los quieren endiosar.
Hay un pueblo convencido.
En realidad, han creído.
El milagro está presente.
Pero influyen en la gente
con malévolo argumento;
y aceptan que es un cuento,
¡Un milagro tan patente!

En espíritu vendrá.
Para Él, todo es posible.
Vino a ser el Dios visible.
A espíritu, volverá.    Jn. 14, 15 - 21
En nosotros quedará,
el que con nosotros es.
Hoy se va vuelve después,
aquí, nos está diciendo.
Lo esteremos recibiendo,
el día de pentecostés

Al sentirse fracasado,
va a matarse el carcelero.
¡Del castigo venidero,
un milagro lo ha salvado!   Hch. 16, 22 - 34
Puede ser ejecutado
por traidor o negligente.
Mejor, hace de valiente
y se aplica la sentencia.
¡Pero aquí, la Omnipotencia,
lo hizo todo diferente!

Salió del Padre y vuelve a Él…
está diciendo que es Dios.
Solo es uno. No son dos.
Lo distinto es el papel.
Como padre, hace el vergel,
que el hombre le despreció.
Como Hijo, redimió
al mismo que lo ha ofendido.
Como espíritu, ha venido
y en él, permaneció    Jn. 16, 23 – 28

¡Jesús, aquí  está previendo,
que solo lo dejarán.
Porque se dispersarán,
cuando lo vean padeciendo!   Jn. 16, 29 - 33
Aunque ellos están diciendo:
Que esta vez han entendido,
Que de Dios, Él ha salido
Y que a Dios, un día volviera.
¡Sabiendo lo que le espera,
Ve al grupo, despavorido!

Con este salmo se pide,
a unidad del mundo entero.
Para que el Dios verdadero,
A todos, gobierne y cuide.
A quien por Él se decide,
Él, le da la protección.
Ya lo dice esta canción:     Sal. 67
¡Los pueblos, gracias te den!
¡El orbe, será el Edén!
Si logramos esta unión

¡Hoy todo habla de alegría   Ro. 12, 9 - 16
en espera del Señor!         So. 3,  14 - 18
¡Se espera paz y amor!
¡El nacer del nuevo día!    Sal: Is. 12, 3 - 6
El profeta nos decía:
que las cosas cambiarán.     Flp. 4, 4 - 7
Un mundo feliz, verán
porque el Rey, muy pronto viene.
Esto nadie lo detiene.
Lo anuncia el bautista Juan.  Lc. 3, 10 – 18

Con Él mismo, aquí está hablando
Jesús, en este momento.   Jn. 17, 20 - 26
Con especial argumento,
su reino, acá organizando.
A su Padre, está rogando,
para enseñarnos a orar.
Una unidad enseñar,
como la del Padre y El.
¡Porque Él es el Enmanuel,   Mt. 1, 23
que al mundo, vino a educar!

Una respuesta atinada,
a una pregunta capciosa.
Conlleva actitud celosa,
la pregunta formulada.    Jn. 21, 20 - 25
A ti, no te importa nada.
Preocúpate por lo tuyo.
Para cada uno, lo suyo
Dios, le tiene preparado.
Tendrás lo que te has ganado.
No hay razón para el orgullo.

Al Cesar, lo material
y lo tienen satisfecho.
A Dios, que todo lo ha hecho,
lo eterno; lo espiritual.      Mc. 12, 13 - 17
No es el Cesar un rival     Lc. 20, 20
que lo tenga preocupado.   Mt. 22, 15
Ya su impuesto le ha pagado
para Él, cosa sencilla.
¡Un denario, maravilla;
de la boca de un pescado!   Mt. 17, 24