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jueves, 4 de agosto de 2016

BIBLIA Y MEDITACIONES EN VERSOS Capitulo VII

DÉCIMAS DE LA BIBLIA CON CITAS 

                                             Capitulo VII

                                                                 Por: Secundino Sugasti V.



Eh aquí a mi humilde entender,
lo que la Biblia nos dice.
Dios con ella nos bendice
si la sabemos leer.
Tan sólo quiero exponer
lo que logre meditando
para que vaya incitando
a muchos a escudriñar.
con mi yerro o mi acertar
mi objetivo iré logrando


Si por las leyes, cumplir
un bien, dejara de hacer,
autómata, vengo a ser.
Voy cumpliendo sin sentir.     Lc. 14, 1 - 6
Nos mandó Dios, a servir
¡Mas que por ley, por amor!
¡Que nos conmueva el dolor,
del otro, que está sufriendo!     Jn. 5, 1 - 16
Aquí, nos lo está diciendo,
bien claro, nuestro Señor.

Diciendo que a Dios amamos,
matamos por el dinero.
Con El, hay que ser sinceros
porque a Dios, no lo engañamos.    Lc. 16, 9 - 15
El sabe cuánto pensamos
y también lo que sentimos.
El sabe si lo que hicimos,
lo hicimos de corazón.
O si hay dudosa intención,
en lo que al otro, le dimos.

Aunque fue sacrificado,
el cordero está de pie.
Aquí, bien claro se ve,
que es Jesús resucitado.        Ap. 5, 1 - 10
Por ser el Dios, encarnado,
los sellos puede romper.
Y el libro, puede leer.
Es parte de su creación.
Está en El, la solución.
¡Todo en todo, vino a ser!

Que no es la resurrección,
al mismo mundo, volver.
Sí, volvemos a nacer,
Pero en otra dimensión.
Ya no existe tentación…
Consumamos el papel.          Jn. 19, 30
Allí, no hay infiel, o fiel,
Porque allí, no nos casamos.
Después de esta vida vamos,
A estar con Dios o sin El.

Quien no tiene la señal
en la frente, ni en la mano,
gana con su ser humano,
dicha eterna, espiritual.       Ap. 20, 1 – 4. 11 – 21, 2
Será este juicio final,
para todos: malo, o bueno.
Si he probado  del  veneno,
el diablo, mi dueño, es.
¡Lo decide el justo juez!
Con la marca me condeno

Dios, quiere que lo esperemos.
¿A que hora? No lo dijo.             Mt. 24, 42
¡Al despierto, lo bendijo!
Si dormimos, no lo vemos.          Mc. 13, 33 -  37
Despiertos, quiere que estemos
cuando decida venir.                     Lc. 12, 32
El, nos vino a redimir,
pero nada nos impone.
Quien quiere que lo perdone,
se lo tiene que pedir.

Que Juan vino a preparar
caminos para el Señor.
¡Era Juan el precursor,
de quien nos vino a salvar!      Is. 40, 1
Y se quiso presentar
con una humildad sin canto.
“Yo, bautizaré por tanto,
con agua que limpiará.
¡Pero El, los bautizará,
en el Espíritu Santo!”               Jn. 1, 1 – 8

Isaías, anuncia a Juan.       Is. 40, 3. Mc. 1, 2
Y Juan presenta al Señor.      Jn. 1, 19
Un reinado del amor,
en el mundo, instalarán.
Los dos, ejemplo nos dan,
de coraje y humildad.
Testigos de la verdad,         
valientes, a la excelencia.      Lc. 3, 7. Jn. 18, 4
Nos dicen: que con violencia,
no se logra eternidad.

El hijo, que a Dios, pidió
con tanta insistencia Ana,
¡Lo entrega en forma temprana,
a su Dios, que se lo dio!               1Sam. 1, 24 - 28
A su Dios, lo prometió
y hoy que lo ha concebido,
de este hijo, tan querido
por tanto tiempo esperado,
su niñez, no ha disfrutado,
pero a su Dios, le ha cumplido.

Que el espíritu venía
a posarse sobre El,
para que viera Israel,
cumplida la profecía.             Jn. 1, 29 - 34
Al verlo Juan, les decía:
aquí tienen al Cordero.
Este, es el hombre que espero.
Ha sido por Dios, enviado,
para cargar el pecado.
¡Pecado, del mundo entero!

¿Dónde vives? Preguntaron.
Y al ver donde vivía,
supieron que respondía
a las señas que anunciaron.      Jn. 1, 35 - 42
Un palacio, no encontraron.
Ni aun, aposento austero.
Si hay derroche de dinero,
es el rey, de una nación…
Están viendo en la ocasión,
¡Es al rey, del mundo entero!

 Con autoridad hablaba,            Lc. 4, 31
porque autoridad, tenía.
El, era el Dios que venía
y a vivir, nos enseñaba.              Mc. 1, 21 - 28
El, jamás se equivocaba;
jamás, se le oyó incoherencia.
Era clara su docencia
como el mejor profesor.               Mt. 7, 28
¡Enseñaba con amor
y total omnipotencia!

Al hombre, creen, conocer,
 pero ignoran su deidad.
Su infinita potestad,
no la pueden entender.           Mc. 6, 1 - 6
Si aquí, lo vieron crecer…
Su familia, conocían…           Mt. 13, 53
Los milagros que decían
que después de su bautizo
en otros lugares hizo,
aquí, los despreciarían.            Lc. 4, 16

Tenemos aquí, el lamento
de un justo, que está sufriendo
y sigue reconociendo,
a su Dios, en su argumento.      Jb. 7
No entiende que siga atento,
a este ser tan limitado…
El hombre: a quien el pecado,
sin esfuerzos, lo domina.
El, se siente un hombre en ruina…
¡Cree, que su Dios, lo ha olvidado!

En nuestra historia sagrada,
es el primer homicidio.
Que por ser, un fratricidio,
resulta, falta agravada.         Gn. 4, 1 - 25
Hay algo que desagrada
y lo aprovecha Luz Bel,
para cobrar para él,
una alma en este suelo;
cuando aquí, Caín, por celo,
le quita la vida, a Abel.

No es la muerte del malvado,
lo que a nuestro Dios, le agrada.
Su falta, será olvidada,
si pide, ser perdonado.
Su pecado ha repudiado
y Dios, lo perdonará.
Y también castigará,
al bueno que se pervierte.
Y lo bueno que hizo, advierte:
El, también lo olvidará.              Ez. 18, 21 – 28

De la muerte espiritual,
aquí, está, Jesús, hablando.
Quien escucha, está pensando,
en esta muerte, carnal.                  Jn. 8, 51 - 59
De la vida sin final,
debemos marchar en pos.
Que quien no escucha la voz
que con bondad nos gobierna,
¡Probará la muerte eterna!
¡Que es igual, a estar sin Dios!     Jn. 12, 44 - 50

Pueblo fermento, Israel,
tenía que ser esparcido.
Cuando vuelva a ser reunido,     Jr. 31, 10
llevará a todos, con él.
El hombre-Dios, ( Emmanuel,)
del rey David, descendiente,       Ez. 37, 21
es hombre sobresaliente,
que solo, debe morir.                   Jn. 11, 45 - 56
Su muerte va a producir,
¡Nuevo pueblo, renaciente!

“Lo que he escrito, escrito está”.    Jn. 19, 22
Dicho, como vanagloria,
era parte de la historia.
Aquí, se comprobará.                      Jn. 18,1 – 19, 42
Esta vez ,se cumplirá,
lo que dijera Isaías.                          Is. 52, 13 – 53, 12
Desde tan lejanos días,
todo estaba en la escritura.
Tan singular aventura,
estaba en las profecías.

Del segundo nacimiento
donde actúa mi voluntad,
habla con autoridad,
Jesús, en este momento.            Jn. 3, 1 - 8
Si un hijo de Dios, me siento,
libre, lo debo acoger.
O solo carne, he de ser,
quedando en naturalismo.
¡Nos habla aquí, del bautismo,
que es, el volver a nacer!

A Pablo y a Bernabé,
con dioses, los confundieron.
Y ellos, se resistieron
a aceptar aquella fe.                 Hch. 14, 5 - 18
Aquí,  bien claro se ve,
que no se auto predicaban.
La palabra que anunciaban
del mismo Cristo, venía.
Rechazaban aquel día,
¡El honor que les   brindaban!

El, a nosotros, nos ama.
Como su padre, lo amó,
Por eso a servir, nos llama,
como el Padre, a El, lo mandó.   Jn. 15, 9 - 11
Su tarea, no rechazó,
Aunque sabía que el dolor
sería su premio mayor,
no le puso resistencia.
Nos enseñó, la obediencia;
¡Obediencia, por amor!

A enseñarnos a vivir,            Jn. 15, 22
El, es el padre,  que vino.
Y cumplido su destino,
ahora se tiene que ir.            Jn. 16, 5 - 11
Porque tiene que venir,
¡A morar en cada uno!              Jn. 14, 1
si en el momento oportuno,
decide ser bautizado.               Jn. 3, 5
Así, nos deja aclarado,
¡El misterio, tres en uno!

¿Habla de Pentecostés,
cuando dice: “hasta mi vuelta”?
Nos deja una duda suelta…
No sabemos, cuando es.            Jn. 21, 20 - 25
Piensan todos, esta vez,
que Juan, nunca iba a morir.
Juan, les viene a corregir:
que   no fue esa, su promesa.
No estará vivo, confiesa,
cuando Dios, vuelva a venir.

Es un humano total,
en estos casos, Jesús.
Y al mundo, le da luz,
de su poder sin igual.                  Mc 11, 11 - 26
¿Qué no hay higos? Es normal.
No es fruta de la ocasión.            Mc. 11, 12 - 14
Que por una  indignación
actuara con tal violencia,             Mc. 11, 15 - 19
Para su grupo, es docencia.
Le está dando una lección.

Al césar, lo material.
Allí, está su potestad…
Al rey de la eternidad,
le damos lo espiritual.            Mc. 12, 13 - 17
En esta existencia dual
en nuestras dos estaciones,
para tomar decisiones
requerimos dirección.
Jesús da esta solución,             Lc. 20, 20
previendo las intenciones.        Mt. 22, 15

Si Dios, es un Dios de vivos
y estos tres, ya murieron,
es que a la vida, volvieron
y aun, siguen activos.             Mc. 12, 18 - 27
Con diferentes motivos
o con distinta misión.              Mt. 22,23
Está en otra dimensión,
aquel, que de acá se ha ido.
Jesús, deja convencido,
que existe resurrección.           Lc. 20, 27

Las escrituras decían,
hablando de su pasión:
¡Que en esta triste ocasión,
ningún hueso quebrarían!       Jn. 19, 31 - 37
¡Su muerte comprobarían,
su sangre y agua vertida!
Quedaría así, bien cumplida
esa lejana escritura.
Fue entero a la sepultura,
en su paso a la otra vida.

Mas que reciprocidad,
nos pide el Señor, aquí.
Debe olvidarse de sí,
el cristiano de verdad.          Mt. 5, 43 - 48
Si para dar mi amistad,
exijo amistad primero;
si para dar siempre espero,
Que algo debo recibir,
no estoy dispuesto a servir.
Solo soy un usurero.

Sara, no podía creer,
¡Que un hijo, Dios. Le daría!
Porque a la edad que tenía,
¡Milagro tenía que ser!
Mas no, creía merecer
¡De su Dios, tanta bondad!
Se ríe con hilaridad,           Gn. 17, 17
que el Ángel, la pudo oír.
Y decide reprimir,
su justa incredulidad.          Gn. 18, 1 – 15

La muerte, Dios, no la creó.
¡Es la muerte, estar sin El!
Esta, la implantó Luz Bel,
cuando de Dios, desertó.      Sb. 1, 13 – 15. 2, 23 - 24
Por quien con él, se quedó
o que tomó su partido,
sufre Dios, porque ha perdido,
¡La eterna felicidad!
Respeta su libertad.                  Dt. 30, 15 - 20
Si sufre, es porque ha querido

¿Milagros no pudo hacer?    Mc. 6, 1 - 6
O no creyó necesario.            Mt. 13, 53
Del nacimiento al calvario,
un milagro fue su ser.
¡No se negó a padecer,
siendo todo poderoso!
De su misión, fue celoso.
Y su propia vecindad,
palparía su humanidad.
Fuera de allí, fue famoso.        Lc. 4, 16

Al impío, le habla el pecado,
de lo que quiere escuchar.        Sal. 36
Y le hace considerar,
un ser virtuoso al malvado.
Y vemos que es imitado,
de aquel, el comportamiento.
No aprecia el buen sentimiento,
del otro que busca a Dios.
Nada le dice la voz,
que llama a arrepentimiento.

Al Egipcio, embrutecer,
fue milagro sin medida.
Exponen todos su vida,
intentando a Dios, vencer.     Ex. 14, 21 – 15, 1
Tarde logran entender.
Contra Dios, van a luchar.
Por allí, debía pasar,
sólo el pueblo de Israel.
Vuelve el agua a su nivel
y sucumben en el mar.

Comerán y sobrarán
dice Dios, dijo Eliseo.
Si lo dice Dios, lo creo.
Repartan y lo verán.             2Re. 4, 42 - 44
Se ha multiplicado el pan,
porque Eliseo, no dudó
y a los suyos, mandó,
plenamente convencido.
¡Así, pudo ver cumplido,
El milagro que pidió!

Cuarenta días, ayunó,
Moisés, hablando con Dios.
Cara a cara, están los dos
y su Dios, lo sustentó.           Ex. 33, 7 – 34,28
El tiempo que allí pasó,
es para todos, historia
De lo que será la gloria,
de quien gana salvación.
Después de resurrección,
¡Es el premio a su victoria!

Jesús, sabe que han venido,
por el pan que un día les dio.
Que vinieran les pidió,
¡Por el cielo prometido!          Jn. 6, 24 - 35
Les recuerda lo ocurrido
a este pueblo, en el pasado:
cuando por Dios, fue saciado,
con pan bajado del cielo.
Y El espera con anhelo,
¡Que sea aquello, superado!

Seis días después de anunciar
que en su reino, lo verían,
los tres, que con El, venían,
Lo han logrado presenciar.         Mt. 16,  24 - 28
De Dios, oyen pronunciar,
lo que al mundo le dirán:
que a su Hijo, escucharán
para lograr salvación.
Tuvieron tal distinción,
Simón, con Santiago y Juan.

¡Hasta cuando…se lamenta!
¿Entre ustedes estaré?
¿Y cuándo tendrán la fe?
¡Su grupo, lo desalienta!          Mt. 17, 14 - 21
Con los ejemplos, intenta,
ver a los suyos crecer.
De dios, hay que depender
para cumplir la misión.
Con ayuno y oración,
¡Milagros pueden hacer!

¡En aquel glorioso día,
asunta al cielo, se hace,
la mujer de la que nace,
su Dios, que al mundo venía!
Allí, la virgen María,
escucha cual bendición,
que sería en la encarnación
por su Dios, involucrada.
Desde allí, será llamada,
¡Señora de la Asunción!          Lc. 1, 26 – 56

Qué colamos el mosquito
y tragamos el camello?           Mt. 23, 23 - 26
Hoy sigue vigente aquello.
Esto, no es nada inaudito.
En la biblia, ya está escrito,
hablando del fariseo.               Lc. 11, 39
¡Pero hoy con pesar lo veo
repetirse diariamente!
Simular un don de gente
y vivir algo tan feo.

¿Qué a los profetas mataran,
no lo hubieran consentido?
¿Acaso, hubieran creído,
lo que aquellos predicaran?
Les dijo que terminaran           Mt. 23, 27 - 32
la obra que comenzaron
sus padres, cuando dudaron
que esas fueran profecías.
Aquí, les llega el Mesías.
Y también lo rechazaron.

Dios, no nos deja saber
la hora de su llegada,
porque sería aprovechada,
para santos, parecer.               Mt. 24, 42 - 51
Para El, tenemos que ser.
Nada vale la apariencia.
Sería, vivir con violencia
y mansedumbre al final.
Sería un reinado del mal,
la corta, o larga existencia.

Que Dios nos ama primero,
este salmo, bien lo expresa.
Aquí, un pecador confiesa,
¡Humildemente, sincero!        Sal. 51
Si perdón de dios espero,
por mis méritos, no es.
Te pido Dios, que me des
los méritos que no tengo.
¡Hoy, arrepentido vengo!
Prometo, amarte después.

Dios,  ofrece, descansar.
¡También pide compasión!
Jesús, en esta ocasión,
los obliga a razonar.            Lc. 6, 6 - 11
Hace bien al preguntar:
¿Qué es lo que está bien hacer?
¿Ignorar, o proteger            1 Mac. 2, 37
al otro que está sufriendo?
¿Por estar la ley cumpliendo,
lo dejamos padecer?

Le entrega su madre a Juan
al momento de partir.
Porque El, se tenía que ir,
como parte de su plan.                   Jn. 19, 25 - 27
Si hay más hijos…¿Dónde están?
Quedaba sin protección.
Juan la toma en adopción.
Ella, lo toma por hijo.
Jesús, al mundo le dijo:
¡Tiene madre, la creación!

Si de Dios, la voluntad
como ley, estoy viviendo,
solamente, estoy cumpliendo…
No hay amor, en realidad.
Vivamos con libertad,              Gal. 4, 4 - 7
la voluntad del creador.
No cumplamos por temor,
las leyes que nos dejó.
¡Su hijo, las convirtió,
en mandamiento de amor!

Una respuesta atinada:
¡Tú eres el Cristo de Dios!
Un vaticinio precoz,
del final de la jornada.            Lc. 9, 18 - 22
¿La imagen crucificada
ya está en su imaginación?
Es una premonición
del futuro que lo espera.
¡Y esto, el anuncio era,
de la sagrada pasión!

Desechar lo material
aunque nos parezca extraño;
si vemos que le hace daño,
al progreso espiritual.               Mc. 8, 38 - 48
¿Conservarlo, es para mal?
Cortarlo, es mejor opción.
Y logramos bendición
del que era y el que es.             Jn. 1, 1
Tuerto o cojo, el justo juez,
¡Nos dará la salvación!

El mandamiento de amor,
el levita, conocía.
Pero este, no sabía,
quien sería su receptor.           Lc. 10, 25 - 37
¡Hoy palpamos con dolor!
La ignorancia persistir.
De memoria repetir,
la parábola excelente.
Pero escapa a nuestra mente,
quien lo debe recibir.              Mt. 22, 39

Luchando entre dos amores,
el hombre rico, quedó.                 Mt. 19, 16
Y con tristeza eligió,                     Lc. 18, 18
al dinero y sus favores.                Mc. 10, 17 - 30
Sabemos que a dos señores
imposible, es responder.
Cuando Dios, nos da a escoger:
esta vida, o vida eterna.
El demonio, nos gobierna
¡Y nos hace perecer!

Sin la fe, la ley cumplimos,
movidos por el temor.
¡Jesús, enseñó el amor!
Y por amor, la ley vivimos.
Con su enseñanza entendimos,
que al creer hay salvación.          Rm. 3, 21 - 30
Entendimos la intención
conque creó la omnipotencia,
¡Las leyes de convivencia
que nos dan su bendición!

Aunque sea el mismo pecado,
tiene castigo menor
el rebaño que el pastor;
que está mejor informado.         Lc. 12, 39 - 48
Aquel, que fue preparado
para guiar a su rebaño,
como si fuera un extraño
comienza a desordenar;
a quien tiene que educar,
con su ejemplo, le hace daño.

La palabra caridad,
El decálogo, no tiene.                 Ex. 20, 1 - 21
Pero Jesús, cuando viene,
la añade con su bondad.             Lc. 13, 10 - 17
Que los cumplían, es verdad,
sin ningún discernimiento.
Era solo, cumplimiento,
sin nada de compasión.
Jesús, le dio perfección,                Mt. 5, 17
¡Poniéndole sentimiento!

¿Por el descanso guardar,
prohibida es la compasión?
Con la mejor intención,
Jesús, suele preguntar.               Lc. 14, 1 -  6
Será prohibido sanar
a un sufriente ser humano?
Dejar sufriendo al hermano
porque hay que descansar?
O misericordia usar.
¿Qué les parece mas sano?

Se expone a ser humillado,
quien el primer puesto elige.
Y gran vergüenza le aflige,
en vez, de ser ensalzado.               Lc. 14, 1. 7 - 11
El puesto que uno, se ha dado,
es el que cree, merecer.
Pero esto lo debe hacer,
en tal caso, el anfitrión;
¡O su triste decepción,
Todos, van a conocer!

Esta vida pasajera
es solo preparación
para tomar posesión,
de la vida verdadera.            Mt. 5, 1 - 12
Aquí, Jesús, lo reitera
nueve veces, al hablar.
Nos tenemos que alegrar      Lc. 6, 17
Y decirle siempre: si,
al sufrimiento de aquí.
¡Después, vamos a gozar!

Sirves a Dio, o al dinero.
A los dos, es imposible.
Esto es algo incompatible.
A ninguno, eres sincero.          Lc. 16, 9 - 15
Tendrá que ser embustero
quien sirve a estos dos señores.
Al uno, le tira flores
y al otro, las espinas.
Imposible…no combinas,
¡Tan diferentes amores!

Jesús, suele aprovechar
para su equipo instruir,
lo que en el diario vivir,
le sirve para enseñar.
Aquí, ve a una anciana dar   
de lo que necesitaba.   Lc. 21, 1 - 4
Vio que se sacrificaba
porque dio, cuanto tenía.   Mc. 12, 41
Echar mucho, a otros veía,
pero de lo que sobraba…

De aquel templo tan hermoso,
el, prevé, la destrucción.            Mt. 24, 1
Y ve para su nación,                   Mc. 13, 1
¡Un futuro tenebroso!                 Lc. 21, 5 - 11
Le pregunta el grupo ansioso:
¿Cuándo es esto? No sabía…
O decirlo no podía
porque no quería alarmar…
Las señales, suele dar,
para conocer el día.

A Daniel, de los leones.
No solo logró salvar
Al Rey, de sus pretensiones,
dios, lo obliga a claudicar.      Dn. 6, 12 - 28
Ya lo vemos publicar
de manera inteligente,
decreto para su gente,
extensivo al mundo entero;
cediendo el lugar primero,
¡A su Dios omnipotente!

Aun, a sus seguidores,
Jesús, les está advirtiendo:
no se vallan confundiendo,
entre distintos amores.          Lc. 21, 34 - 36
Pongan todos sus ardores
en vencer a quien los reta.
Que el diablo, no los someta,
con falsa felicidad.
No descuiden la verdad,
que los llevará a la meta.

Con señales en el sol,
en la luna y las estrellas.
Serán señales aquellas,
de que vamos al crisol.          Lc. 21, 25 - 28
A quien cumplió con su rol,
Jesús lo viene a buscar.          Lc. 21, 34 - 36
A quien no, lo va a dejar;
no nos dice para quien.
Para mal o para bien,
¡El, nos juzga a su pesar!

Por la boca del Dios hijo,
Dios espíritu, habla aquí.
La Trinidad está allí,
en lo que hoy, Jesús, nos dijo.
El hijo, al Padre, bendijo,
por su espíritu, inspirado.         Lc. 10, 21 - 24
¡Feliz porque los ha enviado,
a tan celestial misión!
Está en la conversación,
Dios trino representado.

No basta decir Señor,
si en realidad, no lo es.      Mt. 7, 21 - 27
Decir Señor y después,
dejar su ley sin valor.
Esa ley que por amor
El, nos pide que vivamos.
Nuestro Señor, lo llamamos
pero no le obedecemos.
Decimos que lo queremos,
Pero no lo respetamos.

Aunque no necesitaba
la fe del favorecido,
les pregunta si han creído
que tal milagro se daba.      Mt. 9, 27 - 31
¿Para qué lo preguntaba?
Era su oportunidad
de enseñar una verdad
A su público presente.
Le está diciendo a la gente:
pidan con seguridad.

Un mensaje de alegría;
¡Augurio de salvación!
Es la agradable misión,
del profeta Sofonía
Positiva profecía,             So. 3, 14 - 18
esta vez, vino a traer:
el jardín va a florecer,
¡Es un cambio tan precioso!
De un pasado doloroso,
¡A un feliz amanecer!

Las respuestas que pedían
los enviados del Bautista,
aquí, estaban a la vista.
No era algo, que les decían.
Los milagros que veían,
comprobaban que era El.
El esperado Enmanuel,
que Juan, estaba anunciando.
Lo que estaban presenciando,
sería testimonio fiel.                 Lc. 7, 18 – 23

Si pretendemos cumplir
lo aceptado en los altares,
el cantar de los cantares,      Ct. 2, 8 - 14
nos da el ejemplo a seguir.
Unidos hasta morir,
Dios, nos pide que vivamos.    Mt. 19, 5
Pero si no nos amamos,
Esto imposible será;
si es que el amor no se da,
o nunca lo demostramos

Es total revelación,
el canto de Zacarías.
Reúne las profecías,
¡En esta bella canción!     Lc. 1, 67 - 79
Hablando de salvación,
a su hijo, le dice: irás,
anunciando al Rey, capaz
de perdonar los pecados.
¡Y por El, seremos guiados,
por un sendero de paz!

Este pasaje, resume,
De la salvación, la historia.
Tiene segura la gloria,
El cristiano que lo asume.       Jn. 1, 1 -  18
Aquí, ya, no se presume;
Porque ya se hizo la luz.
Sabemos, que es Dios. (Jesús,)
Que se hace conocer.
(Es Dios, que se deja ver,)
¡Del nacimiento, a la cruz!

En el tronco de Jesé,
una rama, brotará.
Y sobre EL, reposará,
el espíritu de Yahvé.          Is. 11, 1 - 10
Volverá al mundo la fe
porque todo lo hace bien.
Con su justicia también,
traerá a este mundo la paz;
porque será el rey capaz,
¡De recrear el bello Edén!

Tenemos aquí, un anciano,
que acepta limitaciones.
Y pide con sus canciones,
a Dios, que le de la mano.    Sal. 71
Es este, un diálogo sano
que revela intimidad.
Y plena seguridad,
en su eterno protector.
Hoy le dice a su Señor:
¡Dependo de tu bondad!

Pecados, ha perdonado;
revela los pensamientos.
Si faltaran argumentos,
al inválido, ha sanado.                 Mc. 2, 1 - 12
Hijo de hombre, se ha llamado.    Lc. 5, 17
Otro misterio que lanza:
el hombre todo lo alcanza,
con el bien que recibió,
cuando al crearlo Dios le dio,
su imagen y semejanza.                Gen. 1, 27

Primer milagro que hace,
convertir el agua en vino.
Aunque no era su destino,
a su madre satisface.              Jn. 2, 1 - 11
Ella, evita que fracase
aquella celebración.
Aprovecha la ocasión
en medio de tal gentío.
Y resulta esto, el envío,
de su hijo a su misión.

El celo por el poder,
a Saúl, ha dominado.
A David, ha sentenciado.
¿Qué otra cosa puede hacer?
Tiene miedo de perder
¡Un poder tan sin igual!           1 Sam. 18, 6 – 9 y 19, 1 - 7
Aun que es un súbdito leal,
¡La gente, lo está aplaudiendo!
Y en esto, él, está viendo,
de su reinado, el final.

El castigo merecido
para su propio pecado,
David, aquí, ha sentenciado.
Pero él, es el aludido.               2 Sam. 12, 1 - 17
“Para rey, por Dios, ungido;
eres dueño de un harén;
hoy provocas su desdén:
con tantas que ya tenías,
le quitas la esposa a Urías
y lo has matado también.

Porque El, dijo que extranjeros
fueron los favorecidos,
se sintieron ofendidos.
Egoístas herederos.              Lc. 4, 21 - 30
Ellos fueron los primeros,
en recibir el talento.
Llamados a ser fermento
para fermentar la masa.
Debían compartir la casa.
¡Y dar al mundo, un aliento!

Que a Dios, debía obedecer,
David, dijo a Salomón.
En vez de hablar del perdón,
su vengador, debía ser.            1Re. 2, 1 - 10
Rara forma de creer
¡En un Dios que es todo amor!
Llamándolo vengador…
Por tenerlo satisfecho,
se adjudican el derecho,
de jugar con el dolor.

Tanta fe, en Jesús, tenían,
que solo tocar su manto
¡Los sanaba por encanto!
Y tras El, todos venían.       Mc. 6, 53 - 56
La sanación le pedían
y aunque no era su misión,
sanaba por compasión
y dejaba su mensaje.
Aprovechando el pasaje,
para ofrecer salvación.

A todas las tentaciones,
como hombre respondió.
Como hombre ejemplo nos dio,
en todas sus decisiones.               Lc. 4. 1 - 13
De sus malas intenciones,            Mt. 4,1
al diablo, logró vencer.                 Mc. 1, 12
Que Jesús, tenía poder,
el demonio, bien sabía.
Y pensó que en este día,
su juicio, le haría perder.

Dice: que debo arreglar,
cuando voy camino al Juez.
¿Lo dejo para después?
El Juez, me va a castigar.     Mt. 5,25 - 26
Dice: que debo pagar,
hasta el último denario.      Mc. 11, 25
No hay un banco solidario
Allá. Ni arreglos de pago.    Lc. 12, 54 - 59
Lo que en esta vida hago,
finaliza en el calvario.

Si yavé nos lesionó,
el mismo, nos sanará.
Muy pronto levantará
el castigo que asignó.      Os. 6, 1 - 6
Fiel padre…nos castigó,
para nuestro beneficio.
Le resulta desperdicio,
la ofrenda que se le hace.   Mt. 9, 12
Porque a Él, le satisface,
más, amor que sacrificio.    Sal. 50

De la salvación, la historia,
es este salmo un relato.
Él nos habla del maltrato,
a Israel y de su gloria.
Del sufrimiento y victoria
desde Habraán hasta Moisés.
Fracaso y triunfo después,
están aquí, contemplados.
De nuestros antepasados,
es su canto al justo Juez.     Sal. 105

No está aquí. Resucitó.
Entre los muerto, no está.
Otra lección que les da.
Lo que dijo, se cumplió.       Lc. 24, 1 - 12
Todo esto, lo anunció
pero no se lo creyeron .
O quizás, no lo entendieron    Jn. 20, 1 - 9
aunque está en las profecías.
Desde muy lejanos días,
los profetas, ya lo vieron.

Aquí, Jesús, llama vida,
a la después de esta muerte.
El que creé, tiene por suerte,
la existencia sin medida.          Jn. 3, 31 - 36
Esta muerte, es la partida,
al lugar que te has ganado.
¡Al suplicio, condenado!
¡O a eterna felicidad!
Aceptamos la verdad,
o de Él, hemos renunciado.

Nos deja la eucaristía
como unión con Dios, en El.
Carne y sangre de Enmanuel…
La vida eterna, daría.                 Jn 6, todo
Su auditorio, no entendía
que se lo podía comer.
Su sangre, debía beber
para saciar hambre y sed.
¡Pan y vino para usted!
Un símbolo, viene a ser.

Esa espléndida visión
que en Jope, Pedro, ha tenido,
lo ha dejado convencido
De su universal misión.               He. 11, 1 - 18
Dios, no es Dios, de una nación.
Es Dios, para el universo.
Por tanto, está en El, inmerso,
el que llamaban pagano.
Y acepta a todo humano,
que aspirase a ser converso.

Este, ve su fin aquí.
No espera resurrección.
Es tata su decepción,
que le habla a su Dios, así:      Sal. 88
“no esperes nada de mí,
cuando esté en la sepultura.”
Es tan poco lo que augura
para después de esta muerte,
¡Hoy es tan fatal su suerte!
Que es su final, asegura.

El amor identifica,
al cristiano verdadero.
Jesús, nos amó primero
y su vida acá, lo explica.
¡Por amor, se sacrifica!
Con amor, logró atraer.
Quien pretenda promover
esta iglesia que El fundó;
el mandamiento dejó,
para verla florecer.            Jn. 13, 31 – 35

Se siente Pedro, capaz
de llegar hasta la  muerte.
Sabe Dios, que no es tan fuerte.
Que pronto, da marcha atrás.
“Tres veces, me negarás,
antes del amanecer”.             Mc. 14, 26 - 31
Un gallo, le hará saber           Mt. 26, 30
que Jesús, tenía razón.           Lc. 22, 23
¡Le Falló su corazón!             Jn. 13, 37
Jesús, lo pudo prever.

Amar como nos amó,
no tiene comparación.
Es amar, sin condición.
Tal mandato nos dejó.           Jn. 15, 12 - 17
¡Por nosotros, se inmoló!
Malo o bueno, no importaba.
El, su sangre derramaba,
para el mundo redimir.
A todos vino a servir
¡Porque a todos, nos amaba!

Conviene que al padre vaya.
Su espíritu van a enviar.
Si en nosotros, va a morar,
no estoy solo en la batalla.     Jn. 14, 23 - 29
De su parte, nunca falla;
en mi puerta, está tocando.
Pero si sigo aplazando
la entrega de su morada,
por mí, no puede hacer nada
porque el sí, sigue esperando.

Aquí, les está diciendo,
lo que les va a suceder;
para que logren creer
que el futuro, está previendo.       Jn. 15, 26 – 16, 4
Cuando estén, por El , sufriendo
Castigo y persecución,
verán que su predicción
se cumple como lo dijo.
Y comprueben que el Dios- Hijo,   Mc. 13, 23
¡Ha anunciado su pasión!

El dueño de la verdad,
anuncia en esta ocasión
su muerte y resurrección,
con bastante claridad.          Jn. 16, 16 - 20
¿Tristeza y felicidad?
Contradicción sin medida.
¿Una muerte, que da vida?
No lo pueden entender.
Muy pronto, lo van a ver,
fue su verdad prometida.

Su espíritu les promete.               Lc. 24, 46 - 53
Por misión, da el mundo entero.
Entrará en ellos, primero.
Hará que se les respete.
Que  hasta al demonio somete,
lo tenían bien comprobado.
Sale el grupo entusiasmado,
felices por su promesa.
¡Aunque sienten hoy, tristeza,
solos, no los va a dejar!                He, 1, 1 – 11

A vivir los mandamientos,
este salmo, nos invita.
Al lado de Dios habita
porque El ve los pensamientos.
Quien se queda en cumplimientos,
a Dios, le puede mentir.
Quien al cielo, quiere ir,
que resulta una legión,
debe ser su religión,
Su manera de vivir.               Sal. 15

Si los demonios, echaba
en el nombre de Jesús,        He. 3, 16
que ya recibió la luz,           1 Co. 12, 3
al mundo, le demostraba.     Mc. 9, 38 - 40
Si con su nombre, lograba
milagro tan grande hacer,
para ellos, viene a ser,
en vez de insulto, fermento.
En él, tienen un talento,
que no se debe perder.

Que nada ni nadie, impida
o detenga la misión.
¡El, por nuestra salvación,
entregó su propia vida.!      Mc. 10, 28 - 31
Solo así, sería cumplida,      Mt. 19, 27
su tarea de redimir.
Y tuvo que prescindir
de toda comodidad.              Lc. 18, 28
En bien de la humanidad,
¡A su madre, vio sufrir!

Donde y como, nacería,
estaba anunciado ya.
Donde y como, morirá,
estaba en la profecía.         
Hacia ese lugar, venía,       Mc. 10, 32 – 45
¡A beber la copa amarga!    Mt. 20, 17
Dispuesto a llevar la carga
que a nosotros, nos tocaba.    Lc. 18, 31
¡Por nosotros, se inmolaba!
¡Aunque gran pesar, lo embarga!

Que Él, es hombre cien por ciento,
en estos pasajes, vemos.
Y también aquí, entendemos,
que la fe, es el gran talento.         Mc. 11, 11 - 26
Su especial comportamiento
tuvo por fin, enseñar,
que todo, puedo lograr,
cuando con fe, lo he pedido.
A enseñar, Él, ha venido.
Todo suele aprovechar.

Si amo a Dios, soy obediente.
Y sus leyes, son mi guía.
¡La justicia, mi alegría!
Y la paz, será mi oriente.         Mc. 12, 28 - 34
Con tal bagaje en mi mente:    Mt.  23, 34
¿De qué, debo arrepentirme?
¿Ni para qué convertirme,
si ya Dios, es mi Señor?
Si me domina el amor,             Lc. 10, 25
¡Es bien fácil, redimirme!

Si el purgatorio existiera,
Dios, lo hubiera revelado.
Jesús, lo habría mencionado,
si una alternativa fuera.            Mt. 5, 20 - 26
Nos dijo, en forma sincera:
cuando los venga a buscar,       Mt. 24, 29
tan sólo se va a salvar,
quien no se quedó dormido.      Mt. 24, 42
Quien sucio, de aquí, se ha ido,
nadie allá, lo va a lavar.            Mt. 25, 1

Jesús, no sólo sabía,
quien era aquella mujer.
De Simón, pudo saber,
lo que en su mente tenía.
Esperaba profecía
y tan corto se ha quedado;
a los otros, ha aclarado,
que han juzgado sin razón.
No sólo, le dio el perdón.
¡Le dice: que se ha salvado!    Lc. 7, 36 – 50

El pagar un mal con bien,
es sentirse siempre, amigo.
Es sentir que tu enemigo,
es tu prójimo, también.      Mt. 5, 43 - 48
Servir, sin mirar a quien;
mirar la necesidad.
Permitir que la bondad,
domine nuestro egoísmo.
La promesa del bautismo,
llevada a la realidad.

Dijo: que no debo dar
a los perros, lo que es santo.
Sin saber a quién y cuanto,
las perlas, no debo echar.       Mt. 7, 6
Por la puerta angosta, entrar.   Mt. 7, 12 - 14
Saber que lo bueno, cuesta.
Si no cuesta, hacemos fiesta
y nuestro perdón, costó…
¡Con su sangre, lo ganó!
Que estudiemos la respuesta.

Debe ser la religión,
por el padre transmitida.
Y este salmo, a quien lo olvida,
le recuerda esta misión.               Sal. 78
Se promueva así, la unión.
¡Dios, bendice nuestro hogar!
Hoy tenemos que llevar
la verdad de padre a hijo.
Eso fue lo que Dios dijo,
al mandarnos a reinar.

El levita no sabía
quien era el prójimo suyo.
O cumpliendo con su orgullo,
el no saberlo, fingía.
Jesús, solo le decía:
aquel que te necesita.
Queda claro en esta cita,
que mi prójimo es el otro.
O es aquel que está en el potro
y mi ayuda solicita.                     Lc. 10, 25 – 37

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